¡Hola! ¿Qué tal os va la semana? (¡Ay, que es lunes!) Nada nada, no he dicho nada. El post de hoy consiste en una reflexión en torno al "Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar", escrito por José Antonio Marina, un importante filósofo. Entre las propuestas que hemos analizado, a mi grupo le ha tocado analizar la segunda, que dice, en resumen, que la eficacia del sistema educativo es acumulativa, y que debería centrarse la atención en la base de la educación: en la Educación Infantil.
En mi grupo, hemos decidido crear un slogan o un lema que resumiera en cierto modo esta propuesta, y a mi compañero Juan Manuel (si queréis visitar su blog, tenéis aquí el link) se le ha ocurrido uno muy sencillo, pero a la vez muy apropiado: "No se puede empezar la casa por el tejado". Este lema hace referencia al hecho de que las reformas educativas parecen estar orientadas siempre hacia los niveles superiores de la educación (la ESO y el Bachillerato), cuando en realidad deberían hacerse muchas reformas en Infantil. Por ejemplo, una de las medidas que consideramos más importante consiste en la necesidad de contratar un gran número de profesionales (psicólogos, logopedas, etc.) que trabajen en Educación Infantil, y se centren en detectar problemas cuando se originan (por ejemplo el daltonismo, o incluso la dislexia, como comentaba mi compañera Mónica - si queréis visitar su blog, lo tenéis aquí).
Otro de los temas que abordamos en nuestra breve discusión fue el hecho de que el acceso a la carrera de Magisterio tenía como nota de corte un 5, cuando es una de las profesiones más importantes de nuestra sociedad: formar a los futuros ciudadanos con los que vamos a convivir. Trabajar en la educación debería ser vocacional, no debería ser una de las opciones que más alumnos escogen simplemente porque la nota media no les da para más.
Si bien es cierto que mediante el entrenamiento, puede salir un buen profesor, en mi opinión, la vocación de enseñar debería ser lo que alimentase nuestra elección de trabajar en la enseñanza, ¿no?
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Otro de los temas que abordamos en nuestra breve discusión fue el hecho de que el acceso a la carrera de Magisterio tenía como nota de corte un 5, cuando es una de las profesiones más importantes de nuestra sociedad: formar a los futuros ciudadanos con los que vamos a convivir. Trabajar en la educación debería ser vocacional, no debería ser una de las opciones que más alumnos escogen simplemente porque la nota media no les da para más.
Si bien es cierto que mediante el entrenamiento, puede salir un buen profesor, en mi opinión, la vocación de enseñar debería ser lo que alimentase nuestra elección de trabajar en la enseñanza, ¿no?
Estoy totalmente de acuerdo con que la vocación es fundamental para dedicarse a la enseñanza, y es cierto que la nota de corte podría ayudar a buscar una criba con diversas personas que solo eligen la educación porque su nota no les da para otros estudios. Esto último se debería tener en cuenta en el aspecto que tiene que ver con la formación del individuo en la sociedad, pues nosotros, futuros docentes, tenemos la mayor responsabilidad en nuestras manos, en la misma medida (a pesar del desprestigio al que nos vemos sometidos) que un médico o un abogado.
ResponderEliminarMe gusta el concepto que hay tras el slogan "No se puede empezar la casa por el tejado", pues encierra una gran verdad en este gran mal creado por las administraciones y los ministros que no entienden de educación en el sentido más amplio de la palabra.
Me gusta la forma en la que abordas los contenidos y la forma amena de expresarlos, te sigo leyendo!
Hola, Sofía, ¡muchísimas gracias por pasarte por mi blog y por dejar este comentario tan positivo! Tienes toda la razón al decir que los docentes tienen en sus manos una responsabilidad tan grande, pero, desgraciadamente, me parece que no todas aquellas personas que se dedican a la administración de la educación lo ven. Algo habría que hacer para remediar esto...
EliminarOtra vez, muchísimas gracias por tu cumplido!