¡Hola! Bienvenido al blog "Educando genios en potencia", que forma parte de un proyecto para el Máster de Educación Secundaria Obligatoria, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, en particular para la asignatura de Procesos y Contextos Educativos. Esta primera entrada consistirá en una reflexión sobre un documental acerca de la enseñanza, llamado "La Educación Prohibida". A su vez, hablaré de mi experiencia en el sistema educativo, y la razón que me ha impulsado a estudiar la carrera que he estudiado (Estudios Ingleses), con el objetivo final de convertirme en profesor de inglés.
En primer lugar, el análisis de la película documental argentina. Este proyecto consiste en una serie de reflexiones, ideas y entrevistas a expertos de la enseñanza, en el que se critica al sistema educativo actual, poniendo en claro la inutilidad del mismo a la hora de formar personas. Los puntos principales que trata este documental son los siguientes: en primer lugar, el énfasis en cambiar el sistema educativo actual, puesto que se explica que la educación hoy día está mecanizada, y favorece la competencia entre individuos, en vez de la colaboración o el individualismo. Esta mecanización provoca una deshumanización de los alumnos.
Después, otro tema que se comenta es el hecho de que las escuelas están centradas en el resultado, y se da mucha relevancia a la "motivación" del alumno, hay que buscar aquello que "le motive" a estudiar. Esto es algo que siempre he escuchado en mi entorno académico, puesto que siempre había padres que justificaban que sus hijos no estudiaban porque el profesor no les "motivaba" a ello. Está claro que un educador tiene que transmitir cierta pasión o cierto interés por aquello que enseñe, lo cual también se aclara en el documental. Pero, en mi opinión, lo que no es tarea del educador es ponerse a hacer malabares para que al niño le interese la asignatura en concreto. Lo cual me lleva a una de las fuentes de muchos problemas: los padres. Y es que hoy día hay muchos padres que consideran que sus hijos tienen la razón frente a los profesores, como hemos comentado en otras asignaturas del Máster. Muchos niños reciben una educación en la que se les deja hacer lo que les plazca, básicamente. Si quieren comportarse mal, se les permite, porque "son niños". Gritan, patalean y se enfadan hasta conseguir su objetivo, porque han aprendido de sus padres que si hacen esto, conseguirán lo que se propongan. Y luego llegan al instituto, y "el profesor no motiva lo suficiente a mi hijo para que le guste tal o cual asignatura". Error. En el momento en el que culpas al profesor de este problema delante de tu hijo, estás fomentando este comportamiento basado en la ausencia de normas básicas. Evidentemente generalizo bastante, porque hay casos para todo, pero no es la primera, ni la segunda, ni la quinta vez que he escuchado comentarios del estilo en el contexto educativo.
Ligado al punto anterior, se comenta en el documental que el sistema de premios y castigos impuesto a los niños simplemente les termina provocando miedo y límites, lo cual otorga al profesor un control basado en estos factores, que resulta erróneo. Por una parte, considero que la crítica a este sistema es acertada, pues los alumnos que reciban un castigo van a sentir envidia de aquellos que reciben un premio, y esto suele provocar un ambiente de competitividad que no debería estar presente en niños y adolescentes. Por otro lado, sin embargo, hay que tener en cuenta que los educandos tienen que ser conscientes de que de ellos se espera un esfuerzo, y un interés. Sería muy útil y efectivo que los alumnos hicieran un proceso de auto-evaluación, en el que considerasen qué es lo que han conseguido, y en qué tienen que poner más empeño. ¿Qué ocurre? Que no se puede esperar que esto ocurra en el caso de jóvenes que no son lo suficientemente maduros como para asumir esta responsabilidad.
MI EXPERIENCIA EN EL SISTEMA EDUCATIVO
Si me centro en mi experiencia en el sistema educativo, tengo que decir que he visto de todo, y me imagino que mucha gente podrá decir lo mismo. He visto profesores que daban sus asignaturas diciéndonos a los alumnos directamente que no tenían ningún interés en la misma, he visto profesores encantados cada vez que un alumno tenía una duda. También he visto alumnos que no querían estudiar por culpa del profesor, de la institución en la que se encontraban, etc. Me parece curioso pensar en el hecho de que hasta ahora la mayoría de estas experiencias las he vivido como alumno, y en poco tiempo estaré en el otro lado, como profesor de inglés. Yo llevo sabiendo que quería ser profesor de inglés desde tercero de secundaria. Lo tenía claro, lo cual sé que no es muy común, hay gente que tarda mucho más en tomar una decisión de esta importancia. Y cuando me llegó la hora de hacer los exámenes de acceso a la Universidad, no dudé, me inscribí en la carrera de Estudios Ingleses.
En el segundo año de carrera, me llamaron desde el ayuntamiento de mi pueblo, porque la orientadora de mi antiguo instituto me había recomendado para dar unas clases de conversación a adolescentes del pueblo, porque sabía que estaba estudiando inglés en la carrera. Y desde entonces, doy clase de inglés a pequeños grupos de 8 a 12 niños, cuyas edades varían entre los 12 y los 18 años. Si tuviera que definir mi experiencia enseñando hasta ahora, diría que no hay mejor sensación que cuando ves que un alumno tiene verdadero y genuino interés por lo que le estás enseñando, y quiere más. Te sientes realizado. Es verdad que he tenido momentos agridulces, de estrés porque la clase no tenía ganas de inglés ese día, o porque preferían hacer tonterías antes que escuchar y atender al teacher. Pero sinceramente todos esos momentos también se aprecian a la larga, porque te permiten cambiar como persona, te adaptas para que si vuelves a estar en una situación parecida, sepas cómo actuar y resolverla. Es un sistema de prueba y error, que te enriquece como persona y como educador a la vez.
Todos albergamos, dentro de nosotros, alguna que otra genialidad...
ResponderEliminar... solo necesitamos al "Aladino" adecuado en el momento justo!
Como esa chispa que nos ha fomentado escribir reflexiones fabulosas como esta en nuestros BLOGS ;)
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