Sólo quedará un alumno



¡Buenos días, chicos! ¿Cómo estáis hoy? En esta entrada, vamos a reflexionar sobre la forma en la que la educación se plantea en la película japonesa "Battle Royale". Si no habéis visto esta película, os la recomiendo encarecidamente. Aquí os dejo el tráiler, por si queréis verlo.

Esta película trata sobre el sistema de educación japonés, planteando una realidad distópica, en la que cada año, una clase de un instituto de Japón es transportada a una isla abandonada, en la que se tendrán que matar hasta que solo quede uno de ellos, en el plazo de tres días. La película se centra sobre una de las clases seleccionadas, y va mostrando cómo, poco a poco, todos los alumnos van sucumbiendo al violento y mortífero juego en el que se les ha obligado a participar. Además, los alumnos tienen unos collares explosivos que explotarán si rompen alguna de las reglas que se les da.

Esta película plantea una crítica muy dura hacia el sistema educativo, puesto que dirige la atención hacia el tema de la violencia en las escuelas, así como la situación que se da en la cual la educación recibida era extremadamente elitista. Otro de los problemas a los que se hace referencia es la ansiedad y la forma en la que los alumnos viven la educación.

El protagonista de la película, Shuya Nanahara, ha vivido una vida especialmente dura, su padre se suicidó tras no poder lidiar con la pérdida de su esposa. Una vez los estudiantes llegan a la isla, su profesor es asesinado, y un ex-profesor de Shuya toma el cargo del grupo, explicando lo que va a suceder. Este profesor tuvo que abandonar el instituto debido a un ataque de un alumno, y no está en su sano juicio.

La película incluye momentos en los que se deja ver que el gobierno japonés está decayendo y es corrupto. El final de la película (que no voy a desvelar aquí) es brillante, y plantea una posibilidad, sobre la que el espectador debe reflexionar.
Mitsuko Souma "Kou Shibasaki" Battle Royale (2000)

El sistema educativo mostrado en esta película es rígido, estricto, y los alumnos muchas veces terminan frustrados y angustiados. De acuerdo con la pedagogía de Fullat, el profesor encargado de los alumnos sigue un modelo tradicional, basado en el miedo y en el empleo de la violencia. Es curioso, puesto que muchas veces Japón se pone como ejemplo de un buen sistema educativo. Es cierto que hay que tener en cuenta que esta película está planteada en una distopía, lo cual diluye en cierto modo la crítica.

Os la recomiendo encarecidamente. Además, esta película fue la precursora de la famosa saga de los Juegos del Hambre. ¡Hasta luego!

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