Últimas oportunidades de cambio

¡Buenas tardes, educadores y educandos! En el post de hoy, quiero que miréis hacia delante. Intentad mirar más allá, y tratad de llegar a 2030. Ahora, pensad en cómo será el mundo. ¿Tendemos los ansiados coches voladores? ¿Se parecerá nuestro mundo al de Star Wars, o será algo más parecido a los Juegos del Hambre? ¿Habremos conseguido establecer contacto con una civilización lejana en el espacio, o habremos acabado con la nuestra antes? Bueno, a mí este tema me encanta, y me produce un ligero cosquilleo en el estómago, pero voy a intentar no dejarme llevar, y me voy a centrar en un aspecto de nuestra sociedad, la educación.

Lo primero que me viene a la cabeza (apartado toda clase de pensamientos relativos al estado general de nuestro planeta y de nuestra especie), me imagino que, en primer lugar, habrá numerosas desigualdades. Habrá gente que podrá permitirse estudiar en la universidad más prestigiosa del país, mientras que otros no podrán costearse ni uno de los manuales para la asignatura. Pensaréis que esto ya ocurre a día de hoy, pero yo lo que imagino es que este problema se agravará en el futuro.

Después, creo que habrá una clara distinción entre aquellas personas que deberían estudiar, y aquellas que deberían dedicarse al trabajo. Es posible que el Bachillerato (tal y como lo conocemos 

ahora) se convierta en un ciclo obligatorio, antes de separar a los alumnos.

Finalmente, considero que los profesores van a perder su función, por culpa de los nuevos avances tecnológicos, que hacen de la labor del profesor una labor obsoleta, reemplazada por una máquina o androide que no requiere un sueldo.

No quiero extenderme más, la verdad es que es un tema que me fascina, pero que a la vez me aterra, puesto que no veo el futuro muy agradable... Si tenéis alguna idea distinta, o parecida, ¡no dudéis en ponérmela en los comentarios!