¡Buenas noches, chicos! Hoy vamos a hablar un poco del futuro. En clase, el otro día, se nos propuso que leyésemos el poema de Walt Whitman titulado "Oh, life!", y que reflexionásemos sobre qué clase de profesor querríamos ser, y qué le querríamos aportar a nuestros alumnos, es decir, cómo querríamos que nos recordasen.
A mi me encanta dar clase, enseñar, y tratar de conseguir que los alumnos aprendan cosas nuevas. Me gusta especialmente cuando hay casos de alumnos que no están especialmente motivados, porque suponen un desafío. El caso es que cuando consigues que estos alumnos muestren interés, te sientes especialmente realizado.
Antes de explicar cómo me gustaría que se me recordase, he pensado en mis propios profesores. Los que probablemente más hayan dejado su huella en mi son aquellos que demostraban que sabían cómo transmitir el conocimiento, especialmente aquellos cuyas asignaturas me resultaban más difíciles o tediosas. Por otra parte, también recuerdo con cariño a aquellos profesores que de vez en cuando se bajaban a nuestro nivel, para ver que estuviéramos bien, y que no teníamos problemas.
En mi opinión, un gran profesor tiene que ser, para empezar, muy versátil, puesto que no hay dos alumnos iguales, por lo que cada uno debe ser enseñado de una forma un poco distinta. Además, tiene que demostrar que es la autoridad, pero a su vez tiene que ser capaz de abandonar esa posición de vez en cuando.
Personalmente, me encantaría si los alumnos me recordasen como una persona cercana, que demostrase pasión por lo que enseña, y que además sepa mucho de lo que enseña. Me gustaría que aquellos alumnos que consideran que estudiar no vale para nada cambiasen de opinión tras conocerme recordasen la asignatura de inglés como la que aprobaron después de trabajarla.
También me gustaría especialmente poder enseñar cosas diferentes a los alumnos, no centrarme tan solo en la parte de "teoría" del inglés, sino en posibles casos prácticos que tuvieran que afrontar, o contándoles anécdotas y datos que les sirvan para aprender más.
Y vosotros, ¿cómo querríais que os recordasen?
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